Es evidente que correr está
de moda. Son muchos los motivos por los que lo está, o al menos es lo que creo:
- Cada vez hay más
conciencia social de la necesidad de llevar una vida sana.
- Correr es fácil, solo hay
que tomar la decisión de hacerlo y comprarse unas zapatillas.
- La gran cantidad de gente
que vemos todos los días corriendo por los parques anima a hacerlo a quienes ya
lo hacen y a empezar a quienes saben que tienen que modificar sus rutinas en
pro de su salud.
Cierto es, como es lógico
que el perfil del "runner" es el de una persona de entre 30 y 50
años. Los más jóvenes aún practican deporte de manera institucionalizada o aún
(la mayoría) no han encontrado la necesidad de cuidar su salud. Los mayores de
50 (o quizá más...) no han vivido el ejercicio físico o el deporte como parte
de su rutina, no tienen esa educación y por lo tanto, como mucho, andan por
prescripción médica.
Las marcas no son ajenas a
este movimiento social del que no dispongo de datos pero que aglutina a miles
de corredores todos los fines de semana por toda la geografía de nuestro país.
Hasta aquí todo ok. Pero, ¿Es
en realidad tan fácil iniciarse en el running? Hacerlo bien desde luego no.
Personalmente me asustan (si, me asustan) algunos corredores por el parque. Es
importante:
- Hacerse un reconocimiento
médico, pero no uno cualquiera. Parece que hacen furor las pruebas de esfuerzo,
pruebas de lactatos... no, no, no. Controla tu corazón, que es el que no puede
fallar. Gástate 80 o 100 euros en un ecocardio y un electrocardiograma para descartar
patologías cardiacas. Si quieres seguir avanzando en el conocimiento de tu
cuerpo hazte una antropometría, si tienes sobrepeso que sea el profesional que
te ha hecho la antropo el que te diga que puedes correr. Si eres preobeso, con
más motivo.
-Comprarse unas zapatillas
para correr. No corras con zapatillas que no están pensadas para eso, terminarás
lesionándote. Y un consejo muy general: ni las más caras ni las más baratas y
con amortiguación, que no eres un maratoniano de competición.
-Ponte en manos de un
profesional del entrenamiento. Como ya digo correr es fácil y te puede parecer
que es suficiente con seguir un plan de una revista (¡Por Dios, tenían que
estar prohibidos!). Otro truco: desecha entrenadores/planificaciones en las que
solo se corra (entrenar es más que correr, debes desarrollar la fuerza para
evitar lesiones y correr con más solvencia, por ejemplo).
- Ser constante y adaptar la
cantidad de entrenamiento a tu ritmo de vida. Tu actividad diaria va a marcar
cuanto y como correr. Es algo que se olvida con facilidad.
Como conclusión, si revisas
la maquinaría convenientemente, colocas buenos neumáticos y te rodeas de buenos
ingenieros... disfrutarás del running de una manera segura y solvente.
Y recuerda que no corren los
cobardes, sino los que pueden.
Es opinión, espero vuestros
comentarios.
Foto: www.rfea.es
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