LAS RODILLAS DE NADAL


Como en otras ocasiones, tocamos un tema deportivo aprovechando la actualidad. Las maltrechas rodillas de Nadal le han hecho, en más de una ocasión, cambiar sus planes. Y en este caso dejar a un lado su participación olímpica.

La práctica deportiva en general, y el tenis en particular, sobrecargan las articulaciones y especialmente, las rodillas.  Estas sobrecargas, aparecen ya sea por la naturaleza de la modalidad deportiva o por la falta de una preparación de fuerza específica y preventiva en las fases de construcción del deportista (y por mi, corta, experiencia en el tenis, no es habitual que se lleve a cabo ese tipo de trabajo).

Pero, llegados a este extremo en el que la lesión aparece de manera repetida, ¿Qué hacer? Hace escasas semanas hablábamos sobre el éxito y el fracaso del deportista y el papel del equipo de profesionales que les rodea (http://www.masrendimiento.es/2012/07/el-exito-y-el-fracaso-son-del.html). En el equipo de Nadal, ¿Quién toma las decisiones sobre la preparación de la fuerza preventiva (pese a que ya sea tarde) y sobre los tratamientos fisioterapéuticos a seguir por el tenista? 

En esta ocasión, para alumbrar sobre esos tratamientos de fisioterapia contamos con la colaboración de un gran fisioterapeuta, Fermín Valera, conocedor e investigador de la EPI, técnica creada en nuestro país y que, bien aplicada, ofrece unos resultados espectaculares. Se porqué lo digo.

Gracias Fermín por tu tiempo.


Desde la inesperada derrota de Nadal en Wimbledon 2012 muchas han sido las noticias relacionadas con su lesión y los tratamientos que han salido a la luz, el más publicitado las infiltraciones con plasma rico en plaquetas. Es necesario romper mitos relacionados con esta lesión que puedan ayudar a deportistas, entrenadores y aficionados.

Concepto de “tendinitis”

El modelo tradicional de las “tendinitis” como un proceso inflamatorio está actualmente en desuso a partir de las diversas publicaciones científicas que han descrito el proceso patológico del tendón principalmente como degenerativo, debido a la ausencia de células inflamatorias y a la presencia de zonas de degeneración del colágeno, degeneración mixoide e incremento de la sustancia fundamental, asociado a un fallo en el proceso de reparación del tendón. De ahí, que el término “tendinitis” se esté sustituyendo por el de “tendinosis” o “tendinopatía”.

Si trasladamos este concepto a las ruedas de nuestro automóvil, tras 60.000 kms. las gomas están desgastadas y el material se encuentra degenerado. El tendón tras años de entrenamiento y competición, realizando gestos de repetición y posturas mantenidas, sufre un deterioro similar y requiere “reparar-regenerar” ese tejido para poder continuar con el mismo nivel de exigencia. Si las ruedas son las de un Fórmula 1 la exigencia es mayor y el deterioro más rápido.

No se trata por lo tanto de tendinitis, no hay inflamación sino degeneración (tendinosis).

Tratamientos de elección

En esta situación, lejos de una tendinopatía reactiva-inflamatoria y más cerca de una tendinopatía degenerativa, el programa de tratamiento debería incluir técnicas que incidieran sobra la biología del tendón para estimular la actividad celular y la producción de proteínas (colágeno o sustancia fundamental) y sobre la biomecánica del tendón para conseguir una reestructuración de la matriz.

Es decir, si a una rueda desgastada, se le pone un parche esto no solucionará el problema. Si aplicamos medidas anti-inflamatorias al tendón (parche) no se conseguirá mejorar la estructura de la propia rueda, tan sólo disminuir el dolor de forma transitoria. De ahí, que sean frecuentes las recaídas en este tipo de lesiones con los tratamientos convencionales (médicos o de fisioterapia). Los anti-inflamatorios, las infiltraciones con corticoides, las ondas de choque, los programas de entrenamiento excéntrico, el ultrasonido, el láser o las técnicas de terapia manual como el método Cyriax o la fibrolisis diacutánea son frecuentemente utilizados en la práctica clínica diaria en el tratamiento de las tendinopatías aunque el efecto sobre el tejido blando no es del todo conocido. En esta situación, cuando el tratamiento conservador fracasa, la mayoría de los pacientes optan por el tratamiento quirúrgico que sólo obtiene buenos o excelentes resultados en el 45% de los casos.

Recientemente la medicina ha aportado nuevas soluciones al tratamiento de la tendinopatía; factores de crecimiento (plasma rico en plaquetas), infiltraciones con polidocanol, y la fisioterapia ha hecho lo propio con la electrólisis percutánea intratisular (EPI®). Estas medidas intentan reparar (y no parchear) la estructura de la rueda, cambiarla desde dentro para que recupere sus propiedades originales.

Si la lesión en el tendón es crónica, el tratamiento de elección debe ir dirigido a reparar-regenerar el tejido.

El reposo

Actualmente, los autores más importantes en el estudio de las tendinopatías (Coombes BK, Kant KM, Cook JL, Vicenzino B) están de acuerdo en que el reposo no es la solución a la “tendinitis”. La descarga absoluta, el reposo deportivo total no cambia la estructura del tendón, puede conseguir disminuir el dolor del deportista en tanto en cuanto disminuye la solicitación mecánica del tendón pero cuando vuelve a entrenar las molestias son similares a las previas.

Si seguimos con el ejemplo de la rueda, las gomas desgastadas no mejorarán con el reposo, puede incluso que se deterioren más.

¿Cuál es nuestra experiencia?

Nuestra experiencia (www.mvclinic.es) está basada en la aplicación ecoguiada de la técnica de fisioterapia denominada Electrólisis Percutánea intratisular (EPI®) junto a un programa de entrenamiento excéntrico. Para aquellos que no conocen la EPI®, es una técnica mínimamente invasiva que consiste en la aplicación de una corriente eléctrica a través de una aguja de acupuntura que produce en el tejido blando un proceso inflamatorio local permitiendo de esta forma la fagocitosis y la reparación del tejido afectado. La EPI® dirigida a la zona afectada del tendón es capaz de modificar la situación local del tendón y poner en marcha un proceso de reparación. Los estudios en animales y en humanos demuestran estos cambios.

Con la ecografía se identifica la estructura dañada en la rueda del automóvil y se estimula su reparación-regeneración a través de una corriente eléctrica aplicada de forma local a través de una aguja de acupuntura.

Más información en:
http://www.mvclinic.es/tratamientos/electrolisis-percutanea-intratisular-epi






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