Mientras la temporada de los deportistas de más
nivel en deportes individuales encara la recta definitiva, la temporada de los
deportistas de más nivel de deportes colectivos empieza a florecer. Julio es
mes pretemporadas.
Cada deporte tiene su naturaleza, sus
características, sus valores… Siempre se ha dicho que los deportes colectivos
desarrollan una sociomotricidad (saludos a Parlebás) que no consiguen los
deportes individuales. Posiblemente sea cierto, y discutible. También es
habitual que se diga que en los deportes colectivos el éxito es del grupo y a
veces algunos se “esconden”. Lo que tengo claro es que en los deportes de
equipo la suma de sus efectivos debe ser superior al de sus individualidades. Posiblemente
sea ese el secreto de los equipos revelación y de los equipos campeones.
También es cierto que como dice el refrán, cuando el dinero entra por la puerta el amor
salta por la ventana, al menos a veces. Esto ocurre en los profesionales
poco profesionales, que lo son a final de mes y no siempre lo son en el día a
día.
Un claro reflejo es la pretemporada. Deportistas
que, ¡Oh!, llegan dos días tarde a la convocatoria de su entrenador,
sobrecargas musculares poco “sobrecargadas” la primera semana… en una palabra
ESCAQUEO.
Es difícil ver ese escaqueo en el día a día, quizá
sea más fácil para el que conoce al deportista o para el que tiene el ojo
entrenado. Para los que no somos ni una cosa ni otra nuestro momento es la
pretemporada.
Durante la pretemporada toca “fajarse” más de lo
habitual en lo físico, se produce un cansancio diferente, al que no se está
acostumbrado… algunos incluso pueden pensar que no es necesario, pues lo es,
máxime cuando durante la temporada hay dos partidos a la semana y no siempre hay
tiempo para “cargar las pilas”. Hay que prepararse para lo que viene después.
Es triste ver deportistas que podrían rendir mucho más de lo que hacen y que
quizá podían conseguir éxitos deportivos mayores (e incluso engordar la
cartera).
Señores poco profesionales: Cobran por dar lo mejor
de ustedes mismos al equipo que les paga. Su papel es muy importante en el
equipo, por eso están aquí. Respeten el trabajo de los profesionales que les
rodean, sean sus propios compañeros o los técnicos que les dirigen, ellos dan
lo mejor de si mismos, quizá sea algo que puedan aprender. Cuando hayan
aprendido esto serán profesionales no solo en la nómina.
¿Eres un deportista profesional? ¿Te has dado por
aludido? Pues tú mismo. Yo no te querría en mi equipo.
A los “profesionales profesionales” y a los que les
han acompañado durante su formación como deportistas, ENHORABUENA, al que da lo
que tiene no se le puede pedir más.
Es opinión espero vuestros comentarios.
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