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Hay que elegir bien ejercicios y materiales. |
Siguiendo con la idea de que
la inmensa mayoría de los deportes y sus deportistas están próximos a iniciar
lo que comúnmente conocemos por pretemporadas, me atrevo a comentar sobre un
asunto habitualmente olvidado que es vital para el buen desarrollo de la
temporada: el entrenamiento complementario.
Son muchos los componentes
que forman parte de la preparación de un equipo o un deportista individual,
desde la técnica o la táctica pasando por la preparación física o incluso el
descanso. Es habitual que en este blog se hable de preparación física y hoy
también.
Se puede entender que un
deportista de equipo quiera jugar a su deporte y que lo que no tenga que ver
con su técnica o su táctica lo vea como secundario. Es importante que sus
preparadores (ya desde niños) les hagan ver que la preparación física puede ser
determinante e incluso puede hacerles mejores jugadores. En el caso de los
deportes individuales es más habitual que el deportista entienda que sin esa
preparación física seria, personalizada y organizada no va a ninguna parte.
Pero dentro de la
preparación física hay un trabajo necesario para mejorar las
"prestaciones" del deportista y otra que lo es para preparar al
cuerpo para el trabajo principal. A esas tareas y ejercicios que permiten
desarrollar la preparación física específica yo le llamo entrenamiento complementario.
Y si en el caso de la
preparación física en general eran los jugadores los que se muestran (no todos,
que no se me mosquee nadie) más reacios a ella, en el caso del entrenamiento
complementario le ocurre a todos los deportistas por igual, por que total... ¿Para
qué sirve esto?
Pues principalmente sirve
para no lesionarse (ya hemos hablado de esto en algún otro post) y para sentar
la base de un trabajo específico y, a veces, de gran intensidad posteriormente.
A grosso modo es importante
crear rutinas para:
- El trabajo de la
musculatura de los pies que son los que soportan todo el peso del cuerpo y nos
olvidamos de ellos con gran facilidad,
- El control de la espalda,
tanto con trabajo de musculación específica como de estiramientos. La espalda
es larga y complicada y es punto de lesión en todos los deportes (¿O no?),
- Lo que en la actualidad se
denomina CORE y toda la vida ha sido la cintura pélvica, para evitar problemas
de espalda, de osteopatías de pubis y dispersión de fuerzas entre el tren
inferior y superior,
- Estiramientos,
principalmente de los músculos involucrados en el gesto deportivo. Cada vez
parece más claro que estos estiramientos deben realizarse al finalizar la
sesión,
- Utilizar las técnicas de
Pnf y ejercicios excéntricos como fórmula de fortalecimiento y estiramiento de
la musculatura que más sufre en el gesto técnico,
- Trabajo de la
propiocepción, fundamental para evitar lesiones.
También es necesario crear
rutinas "ad hoc" en función del deporte y sus lesiones habituales o
para deportistas que hayan sufrido lesiones concretas.
Si señores, hay que realizar
todo este trabajo que aparentemente al deportista le parece que no le sirve
para nada pero que ayuda, sin duda, a que sea más eficiente durante la competición.
¿Y cómo, cuánto, cuándo? Pues como digo creando pequeñas rutinas de 10-15
minutos, aprovechando momentos de relajo durante el entreno (por ejemplo cuando
se cambia de un tipo de trabajo a otro), al final del entreno... y lógicamente
es un trabajo habitual en la pretemporada, es decir, se pueden llegar a hacer
varias rutinas al día, para ir abandonándolas (no todas) poco a poco y que sean rutinas
"recordatorio" cuando se está en periodo de precompetición o de liga.
Es posible que me haya
dejado algún tipo de entrenamiento complementario. Para eso estáis vosotros,
para enriquecer el blog.
Es opinión, espero vuestros
comentarios.
Imagen: www.ojanguren.com
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