Lo que comúnmente conocemos
por depresión se esta convirtiendo en un problema habitual en nuestra sociedad.
Según estudios del Instituto Nacional de Salud Mental Americano “un 20% de la
población adulta sufrió de alguna manera algún trastorno mental y hace una
estimación que entre el 29 y el 38% de los americanos adultos puede padecer
algún problema psiquiátrico significativo durante sus vidas” .No es cuestión
baladí.
Y sin entrar en esos
posibles transtornos, podemos considerar que muchas personas viven un grado menor de tristeza que también
es común en nuestra sociedad, más en los tiempos que nos esta tocando vivir.
Para muchas de estas
situaciones, posiblemente las menos graves, tenemos a nuestro alcance una gran
herramienta, Buena, Bonita, y Barata, el ejercicio físico y el deporte:
- Practicado
en grupo mejora las relaciones sociales y obliga a mantener una rutina
- Ayuda
a conciliar el sueño, siempre que no se realice antes de dormir
- Mejora
la percepción personal, y por lo tanto la autoestima
- Al
mejorar la condición física, se reduce la fatiga que a parece asociada a
cuadros depresivos
- Reduce
la ansiedad durante la práctica
- Crea
sinergias con tratamientos psicologicos y psiquiátricos
- Es
una herramienta valida para ambos sexos y todas las edades.
Estudios técnicos han llegado
a la conclusión de que la falta de ejercicio
físico regular puede ser un factor importante en la aparición de la depresión
(¡¡estamos pensados para movernos!!) y por lo tanto, ya no solo por nuestra
salud física, sino también por la mental, debemos hacer un hueco en nuestra
rutina para la práctica deportiva.
¿Y qué deporte practicar?
El que quieras, el que te
apetezca. Así de claro. Practica el deporte que conoces, que practican tus
conocidos, que más a mano tienes… eso si, con dos únicas condiciones: que lo
hagas de manera moderada y que tenga, al menos en parte, una base aeróbica
(correr, nadar, montar en bicicleta…).
0 comentarios