PARETO Y EL ENTRENAMIENTO


Separar el grano de la paja (o el polvo de la paja), priorizar, ser eficientes (que no eficaces)...o el 80/20, es decir el Principio o Ley de Pareto, conceptos muy a tener en cuenta en el entrenamiento deportivo, sea cual sea el nivel del deportista / equipo.

Hoy es la tercera vez que hablo de Pareto, últimamente me viene mucho a la memoria y en diferentes ámbitos.

Pareto no era entrenador
Vilfredo Pareto, profesor de economía nacido en el siglo XIX observó que la realidad se dividía entre los «pocos de mucho» y los «muchos de poco». Y estableció  dos grupos de proporciones 80-20 de tal forma que un 20% repercutía en el 80% de algo y el 80% de ese algo en el 20%. Me sigo explicando…

En nuestra vida, priorizamos, tomamos decisiones y desechamos aquello que supone un gran esfuerzo para poco resultado. Es decir, cuando algo con un esfuerzo de 20 nos genera un resultado de 80, maravilloso. Pero cuando algo nos supone un esfuerzo de 80 para tener un resultado de 20… “a otra cosa, mariposa”.

Esto lo hacemos en nuestro trabajo, en nuestras relaciones sociales, en nuestra economía… ¿Y en el entrenamiento? ¿Realmente aprovechamos el tiempo? ¿Es necesario hacer todo lo que hacemos? Y lo que es más importante ¿Qué estamos dejando de hacer que nos podría ofrecer grandes beneficios? O yendo un poco más lejos, ¿A qué cosas de las que hacemos se les da un protagonismo mínimo o excesivo y eso nos impide ser EFICIENTES?

Reflexionemos como deportistas o como entrenadores sobre ello.


PREPARACIÓN FÍSICA. Evidentemente, hay deportes como el atletismo o la natación que, aunque su componente técnico es más o menos importante, sin una preparación física específica y minuciosa no llegarían a cotas altas de rendimiento. En el polo opuesto se encuentran los deportes de equipo, donde el aspecto técnico, táctico o de la coordinación de los integrantes del equipo hacen que la preparación física solo sea un aspecto más, o incluso quede en un segundo plano. ¿De verdad que la diferencia entre un equipo de primera división de fútbol y uno de tercera es únicamente cuestión de aspectos técnicos y tácticos? ¿Y el ritmo de juego? Si los equipos, sean del deporte que sean, introdujeran en su entrenamiento una preparación física específica no supeditada a otros aspectos, el rendimiento sería mucho más alto, sin duda. Por eso, no entiendo como la mayoría del trabajo que se realiza en este tipo de deportes no llega a un umbral mínimo de carga, lo que lleva a que, como decimos algunos, se dedique mucho tiempo a “florituras”, lo que conlleva un cansancio improductivo.
Aplicando un trabajo específico de 20, conseguiríamos un 80 de beneficio respecto al resultado físico. Y las “florituras” nos llevan a un 80 para conseguir un 20, incluyendo los maravillosos sistemas de entrenamiento de moda.

ENTRENAR PARA NO LESIONARSE. Gran parte de los problemas de los deportistas actualmente son que entrenan para mejorar. Y eso está muy bien. Pero, la exigencia de la competición, unido como digo a una falta de entrenamiento específico preparatorio, hacen que “el motor se gripe”, aparecen las lesiones por sobrecarga. Conociendo las lesiones típicas de nuestro deporte y los puntos débiles de nuestro deportista, con un pequeño trabajo semanal (de 20) conseguiremos reducir el impacto de las lesiones (¿mejora de un 80?). ¿Cuántos equipos profesionales o deportistas de alto nivel le dedican un pequeño espacio de su rutina a este trabajo? Y si lo hacen, ¿Es suficiente? ¿Es pertinente? Con poco se consigue mucho.

ALIMENTACIÓN Pilar fundamental para un eficiente entrenamiento. Pero hagamos el planteamiento de manera inversa. Con una deficiente alimentación no conseguiremos unos buenos resultados, si no nos esforzamos en un 20, no sentaremos las bases para conseguir un 80. Aunque también tengo mis dudas. Es habitual entre deportistas llegar al extremo en este aspecto, obligados (u obligándose) a una rutina excesivamente exigente que les lleva, por ejemplo, a pesar la comida que ingieren. En este caso, se invierte la situación, con un 80 de esfuerzo, se consigue 20 y no es eficiente.

RECUPERACIÓN DEL ENTRENAMIENTO. Crioterapia, masaje, acupuntura, ayudas ergogénicas… pueden ser opciones que, bien planificadas nos reporten grandes beneficios. Porque, el descanso forma parte del entrenamiento y eso es algo que se suele olvidar.
Por otro lado, también conviene tener en cuenta que intentar controlar excesivamente las variables del rendimiento, pueden llegar a colmar la rutina del deportista y llevarlo al estres, por lo que conseguiremos el efecto contrario al que buscamos. Es decir, muchos esfuerzos de 80 para conseguir muchos 20, nos pueden llevar al colapso.

Esto es solo un post y posiblemente se podría escribir una tesis doctoral sobre este asunto. He querido dar unas pinceladas sobre algunos aspectos y su priorización que me he planteado como entrenador. Seguro que hay muchos más.

Resumiendo, y como dice alguien con el que últimamente hablo demasiado "lo excelente es enemigo de lo bueno". Reflexiona, prioriza y serás más eficiente. ¡Ah! y en la vida, igual.

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