Separar el grano de la paja
(o el polvo de la paja), priorizar, ser eficientes (que no eficaces)...o el
80/20, es decir el Principio o Ley de Pareto, conceptos muy a tener en cuenta
en el entrenamiento deportivo, sea cual sea el nivel del deportista / equipo.
Hoy es la tercera vez que
hablo de Pareto, últimamente me viene mucho a la memoria y en diferentes
ámbitos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEfSLLnT0e6PoMFOKWnNeX4MAxVjT9V2-YoJRt-NO2NkgdctHhFJ0Y-bzcmhn9f8YaX7gLQAAaEY0aoMHEKC5_oGQa6SxKYypsKignv6MXzs-sQ86kRB6nhK5qYbGdOX5r0OioJIELVxJb/s1600/Vilfredo_Pareto.jpg) |
Pareto no era entrenador |
Vilfredo Pareto, profesor de
economía nacido en el siglo XIX observó que la realidad se dividía entre los
«pocos de mucho» y los «muchos de poco». Y estableció dos grupos de proporciones 80-20 de tal forma
que un 20% repercutía en el 80% de algo y el 80% de ese algo en el 20%. Me sigo explicando…
En nuestra vida,
priorizamos, tomamos decisiones y desechamos aquello que supone un gran
esfuerzo para poco resultado. Es decir, cuando algo con un esfuerzo de 20 nos
genera un resultado de 80, maravilloso. Pero cuando algo nos supone un esfuerzo
de 80 para tener un resultado de 20… “a otra cosa, mariposa”.
Esto lo hacemos en nuestro trabajo,
en nuestras relaciones sociales, en nuestra economía… ¿Y en el entrenamiento?
¿Realmente aprovechamos el tiempo? ¿Es necesario hacer todo lo que hacemos? Y
lo que es más importante ¿Qué estamos dejando de hacer que nos podría ofrecer
grandes beneficios? O yendo un poco más lejos, ¿A qué cosas de las que hacemos
se les da un protagonismo mínimo o excesivo y eso nos impide ser EFICIENTES?
Reflexionemos como
deportistas o como entrenadores sobre ello.
PREPARACIÓN FÍSICA.
Evidentemente, hay deportes como el atletismo o la natación que, aunque su
componente técnico es más o menos importante, sin una preparación física específica
y minuciosa no llegarían a cotas altas de rendimiento. En el polo opuesto se encuentran
los deportes de equipo, donde el aspecto técnico, táctico o de la coordinación
de los integrantes del equipo hacen que la preparación física solo sea un
aspecto más, o incluso quede en un segundo plano. ¿De verdad que la diferencia
entre un equipo de primera división de fútbol y uno de tercera es únicamente cuestión
de aspectos técnicos y tácticos? ¿Y el ritmo de juego? Si los equipos, sean del
deporte que sean, introdujeran en su entrenamiento una preparación física
específica no supeditada a otros aspectos, el rendimiento sería mucho más alto,
sin duda. Por eso, no entiendo como la mayoría del trabajo que se realiza en
este tipo de deportes no llega a un umbral mínimo de carga, lo que lleva a que,
como decimos algunos, se dedique mucho tiempo a “florituras”, lo que conlleva un
cansancio improductivo.
Aplicando un trabajo específico
de 20, conseguiríamos un 80 de beneficio respecto al resultado físico. Y las “florituras”
nos llevan a un 80 para conseguir un 20, incluyendo los maravillosos sistemas
de entrenamiento de moda.
ENTRENAR PARA NO LESIONARSE.
Gran parte de los problemas de los deportistas actualmente son que entrenan
para mejorar. Y eso está muy bien. Pero, la exigencia de la competición, unido
como digo a una falta de entrenamiento específico preparatorio, hacen que “el
motor se gripe”, aparecen las lesiones por sobrecarga. Conociendo las lesiones
típicas de nuestro deporte y los puntos débiles de nuestro deportista, con un
pequeño trabajo semanal (de 20) conseguiremos reducir el impacto de las
lesiones (¿mejora de un 80?). ¿Cuántos equipos profesionales o deportistas de
alto nivel le dedican un pequeño espacio de su rutina a este trabajo? Y si lo
hacen, ¿Es suficiente? ¿Es pertinente? Con poco se consigue mucho.
ALIMENTACIÓN
Pilar fundamental para un eficiente entrenamiento. Pero hagamos el
planteamiento de manera inversa. Con una deficiente alimentación no
conseguiremos unos buenos resultados, si no nos esforzamos en un 20, no
sentaremos las bases para conseguir un 80. Aunque también tengo mis dudas. Es habitual
entre deportistas llegar al extremo en este aspecto, obligados (u obligándose) a
una rutina excesivamente exigente que les lleva, por ejemplo, a pesar la comida
que ingieren. En este caso, se invierte la situación, con un 80 de esfuerzo, se
consigue 20 y no es eficiente.
RECUPERACIÓN DEL
ENTRENAMIENTO. Crioterapia, masaje, acupuntura, ayudas
ergogénicas… pueden ser opciones que, bien planificadas nos reporten grandes
beneficios. Porque, el descanso forma parte del entrenamiento y eso es algo que
se suele olvidar.
Por otro lado, también conviene
tener en cuenta que intentar controlar excesivamente las variables del
rendimiento, pueden llegar a colmar la rutina del deportista y llevarlo al
estres, por lo que conseguiremos el efecto contrario al que buscamos. Es decir,
muchos esfuerzos de 80 para conseguir muchos 20, nos pueden llevar al colapso.
Esto es solo un post y
posiblemente se podría escribir una tesis doctoral sobre este asunto. He
querido dar unas pinceladas sobre algunos aspectos y su priorización que me he
planteado como entrenador. Seguro que hay muchos más.
Resumiendo, y como dice
alguien con el que últimamente hablo demasiado "lo excelente es enemigo de
lo bueno". Reflexiona, prioriza y serás más eficiente. ¡Ah! y en la vida,
igual.
1 comentarios