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Crowdfunfing deportivo "made in Spain" |
El hambre y las tecnologías
agudizan el ingenio. En estos tiempos que vivimos en los que las ayudas
públicas no llegan donde lo hacían antes, ha aparecido con fuerza alguna nueva fórmula de financiación. Es el caso del micromecenazgo o crowdfunding, que, de
manera sencilla, consiste en conseguir "muchos poquitos" a través de webs
dedicadas a ello. La potencia de la red, que nos permite estar en todo el
mundo, unida a la viralidad de las redes sociales, hacen que esta fórmula, barata, tenga un público potencial casi ilimitado.
¿Seremos capaces desde el deporte en nuestro país de aprovechar esta herramienta?
Esta forma de buscar
financiación para un proyecto, como tantas otras cosas, la hemos importado del
mundo anglosajón, donde la cultura de la subvención es prácticamente
inexistente. En 2012 (según la revista Forbes) el número de plataformas de
Crowdfunding (en su inmensa mayoría dedicadas al mundo del arte y la cultura)
era de 452. Las cuales movieron un total de 1.155.000.000 €, que se convertirán
(según la misma revista) en 2.310.000.000 € en este próximo año 2013. Ahí queda
eso.
Lo cierto es que en el mundo
del deporte vamos algo retrasados con respecto a la cultura, en el micromecenazgo. Y si en el mundo no
anglosajón vamos atrasados respecto a este tipo de financiación… que cada uno
llegue a sus conclusiones. Mucho camino por delante. Os dejo la web de GoalFounds, plataforma española de crowdfunding deportivo que se ha presentado hace unos días: http://www.goalfunds.com/ donde podréis profundizar más de lo que hago en este post.
¿Y cómo funciona una
plataforma de crowdfunding? Es sencillo. Sin entrar en detalles, cada
plataforma puede tener diferentes matices, lo primero es dar de alta tu
proyecto. ¿Y qué tipo de proyectos tienen cabida en una plataforma de
crowdfunding especializada en deporte? Pues los deportivos, de cajón: desde un
equipo prebenjamín de baloncesto, hasta un patrocinio para un deportista de
élite, pasando por un proyecto para dar la vuelta al mundo en bicicleta o poner
una escuela deportiva en el mundo rural. Todo proyecto tiene cabida.
Para que los posibles
mecenas se interesen por él, debes describirlo y hacerlo atractivo (al grano y
con “marketing”). Tu proyecto quedará expuesto durante un tiempo determinado,
en el que podrá recibir las aportaciones. Deberás poner un límite mínimo de aportación. Si no se alcanza, todo habrá quedado en agua de borrajas, es decir, sin financiación. Se prudente.
Pero en el crowdfunding no
todo es recibir, también hay que dar. El mecenas recibe algo cambio. ¿Pero qué? Lo que
tu plantees en el proyecto: aparecer en el merchandising, invitaciones a los
eventos del proyecto, formar parte del mismo… hay tantas opciones como heterogéneos
son los proyectos que se pueden presentar.
Una vez que queda claro tu
proyecto, lo has hecho lo más atractivo posible y has definido las contraprestaciones,
se da el pistoletazo de salida. La plataforma-web pone su maquinaria a
funcionar y utiliza su potencialidad en la red para llegar al mayor número
posible de “cibermecenas”. Y claro, tú debes hacer lo mismo con tus redes y
contactos.
Cruza los dedos y a ver que
pasa una vez finalizado el plazo.
Pero, ¿Y que ganan las webs
que prestan este servicio? Sencillo, un porcentaje de lo conseguido. Parece justo.
No pierdes nada. Es una
buena opción, pero piensa que presentar un proyecto a través de este formato no
es como presentar una subvención. Tienes que conseguir hacerlo atractivo aún. Es
opinión, espero vuestros comentarios.
PD. Suerte a mi amigo Rafa Gil con su GoalFunds.
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