20 RELATOS DEPORTIVOS EN FORMATO TUIT #Tuitrelatosdxtivos

Curiosa manera de empezar el 2014. Hacía tiempo que venía pensando en intentarlo. 

Existe concursos de novela, de relato, de microrrelato… y supongo que de microrrelato en formato tuit, no lo se. He querido “deportivizar” la idea y lo que podéis leer a continuación es el resultado. Un experimento, con gaseosa.

Alguno de estos “tuits” son autobiográficos, otros los he vivido de cerca, algunos son ficticios. Pero en todos intento transmitir una idea. La ventaja de este experimento es que puedes dejar de leer cuando quieras y siempre habrás llegado al final de la historia.

¿Empezamos?


Al entrar en meta agitó los brazos como si le fuera la vida en ello. Había empezado el resto de su historia.

Miraba a sus rivales con indiferencia. Eso le hizo perder más que una contienda deportiva.

Y finalizó exhausto. Su esfuerzo mereció la pena, pese a las dificultades. Aquello le iba a hacer ver la vida de otra manera.

Nunca antes se había levantado con tanta fuerza después de una lesión. Era una deportista madura.

No pudo. La presión de los espectadores le convirtió en un deportista infantil.

Ya era tarde. A su edad y con su trayectoria era difícil volver atrás. Había perdido una oportunidad única.

Se levantó dolorido, como todos los días. Sabía cual era su objetivo y no podía volver atrás.

Toda su vida pasó por su cabeza al ver la bandera amarilla. El temblor de sus piernas no iban a evitar un gran salto.

Sabía que todos esperaban mucho de él. Nunca antes había tenido esa sensación. Y no falló.

Se lo propusieron una y otra vez. Y una y otra vez giró la cabeza. No todos decidían lo mismo. Conocía las desventajas.

Era una apuesta de futuro. Tenía muchos trenes que perder y un sueño que perseguir. Y siguió dormido.

Le dolía que la gente no supiera distinguir donde terminaba el deportista y donde empezaba el mito.

Se apagaron las luces y empezó a llorar. Por fin estaba solo, disfrutando de los últimos años.

Aquel triunfo inesperado le iba a demostrar que podía seguir siendo él mismo. No todos podían decir lo mismo.

Acercándose a él le dijo: “Ánimo chaval, esto acaba de empezar” pero no lo entendió. Se aprende más en la derrota pero aún no lo sabía.

Salió de la burbuja sin rumbo. Nuevamente su entorno fue el apoyo más importante. Hoy es una persona feliz.

De niño soñaba con grandes momentos, con muchos goles. Las alegrías vinieron de artefactos, listones y cronómetros. Hoy sueña con sus hijos.

La vida no le dejó dar lo mejor de si mismo como deportista. Hoy intenta abrir los ojos a los más jóvenes.

Entró en meta por detrás del último. El abrazo de su hija fue su medalla. Atrás quedaron todos los problemas. 

"Vengo a entrenar con usted". "Cámbiate. Empezamos en 10 minutos". Y terminó siendo el testigo de su boda.

¿Te atreves? Espero vuestros #tuitrelatosdeportivos.

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