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4.300 mujeres corriendo contra el cáncer |
Hoy he estado
en la Carrera de La Mujer de mi pueblo. Espectacular. Se ha convertido en el
evento deportivo (y posiblemente no deportivo) más multitudinario de siempre.
Por
deformación “profesional” le he empezado a dar una vuelta a las diferencias
entre hombres y mujeres a la hora de entrenar. Y esas diferencias, unidas a
algunos conceptos básicos han conformado este decálogo.
¡Va por
vosotras!
Para mantener
la adherencia a la práctica deportiva es necesario, principalmente, mantener la
ilusión y no lesionarse. En un-a deportista popular no pro, para mantener dicha
ilusión la práctica debe ser placentera, sin olvidar la mejora por leve que
sea. Espero que este decálogo os ayude.
1.- Busca tu horario de entrenamiento. Si no haces
un hueco en la rutina, estarás abocada al fracaso. Para empezar, con dos días
será suficiente. Y paulatinamente podrás aumentar los días (no más de 5).
2.- Hazte un reconocimiento médico. Eso siempre,
para ver que esta todo “en orden”. Y ponte en manos de un profesional del entrenamiento. Salir a correr puede parecer fácil.
Si no lo haces correctamente perderás la ilusión y posiblemente acabes
lesionada. Y ya sabes qué significa eso.
3.- Utiliza material deportivo específico para correr.
Lo más importante es que uses unas zapatillas
de running, con una buena amortiguación.
4.- Debes
hacer menos kilómetros que tus
compañeros masculinos. Entre un 10 y un 20% menos. Si no, se daría la
paradoja de que entrenarías durante más tiempo que ellos, es decir, más
entrenamiento.
5.- Correr en compañía es mucho más agradable.
Busca alguien de tu nivel. Y si corre más, que no te lleve “con el gancho al
cuello”.
6.- Es
importante que tengas en cuenta el ciclo
menstrual. Tú sabes mejor que nadie como te afecta. Habrá semanas que te
encuentres mejor y otras que no. No pasa nada por entrenar menos. Recuerda el
motivo por el que corres.
7.- Las mujeres
poseéis menos fuerza que los hombres. Eso se traduce en ritmos de carrera más
lentos (habitualmente), pero sobre todo significa mayor sobrecarga articular.
Esto, unido a la forma de la cadera (formada para el parto) puede generar
diferentes tipos de sobrecargas. Es importante tenerlo en cuenta a la hora de plantear entrenamiento complementario de
prevención.
8.- Deberás
fortalecer también el suelo pélvico.
Piensa en la multitud de minimpactos que vas a sufrir durante la carrera. En la
mujer ese suelo pélvico, por motivos anatómicos (¡Y si has sido madre, ni te
cuento!) está debilitado.
9.- Tendrás
que abandonar el tacón, sobre todo
el de “aguja”. Un tacón bajo, biomecánicamente favorable, puede llevarse. Más
allá de eso, se produce un acortamiento del tendón de Aquiles y de la
musculatura del tríceps sural. Durante la carrera al no existir ese ·freno”, se elonga tendón y
músculo de manera excesiva, muy por encima de su día a día, lo que puede
provocar sobrecargas o lo que es peor, roturas.
10.- Vas a
mejorar mucho a medio plazo. No te obsesiones y no aumentes las cargas de entrenamiento y sobrecargar músculos y
articulaciones, peligrando la continuidad.
Seguro que nos
hemos dejado algo.
Es opinión,
espero vuestros comentarios.
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