Como en muchas otras
ocasiones utilizamos anglicismos para definir conceptos que ya tienen su
palabra en castellano. Parece que le da más “glamour”. Imaginando un
hipotético sketch (ya que caído en la “trampa”) de Faemino y Cansado: “es que
yo tengo un personal trainer” dice Faemino todo chulo… “yo solo me puedo
permitir un entrenador personal” contesta Cansado cabizbajo. Pues eso.
Pero yendo al grano sea “trainer”
o sea “entrenador” el concepto de entrenador personal es algo que cada vez es
más asequible para los ciudadanos y por ello se está convirtiendo en un mercado
en auge.
Pero, ¿Cuáles deben ser sus
características?
Posiblemente las mismas que las
de otros entrenadores deportivos (o incluso de cualquier profesional) y se estructuran en 3 áreas: Formación, experiencia y habilidades.
Formación. No
es mi intención hablar de la regulación del mercado laboral en el ámbito del
ejercicio físico y el deporte, pero lo que sí que es cierto es que existen
infinidad de titulaciones, desde el licenciado en Educación Física o similares
hasta cursos, cursillitos y cursilletes. Ese es uno de los problemas en este
sector que mientras para firmar el proyecto de construcción de una casa hace
falta ser arquitecto, aquí lo puede hacer un albañil. Y no quiero decir con
esto que haya que ser licenciado para ser entrenador personal, pero en lo que creo
que estaremos todos de acuerdo en que hay que tener un mínimo de formación para
desarrollar estas funciones.
Experiencia,
con formación. La experiencia por si sola no es suficiente, entre otras cosas
por que puede ser absolutamente parcial (la experiencia), dependiendo de las fuentes
de las que hayamos bebido. Hace pocas semanas vi como un deportista (sin
formación) y de una modalidad francamente simple, en lo que tiene que ver con las
diferentes cualidades físicas y con los diferentes métodos de entrenamiento,
ejercía de entrenador personal (posiblemente sin estar dado de alta como
autónomo o empresa y en una instalación pública sin permiso, dicho sea de
paso). ¿Qué puede aportar este chico? Lesiones, como poco.
|
Se trabaja con personas |
Habilidades.
Empatía, sociabilidad, educación… debe ser consciente de que entre sus manos tiene
a alguien que pretende conseguir una serie de objetivos. Debe ser un animador.
Se
trabaja con personas, ese creo que es el resumen.
A modo de decálogo, le pediría
a mi hipotético “personal trainer” que:
1.- utilice el sentido común
2.- sea prudente
3.- se preocupe por mí no solo por fuera
4.-no me proponga tomar “cosas raras” para
mejorar mi rendimiento o mi apariencia física
5.- me motive
6.- no me engañe con tecnicismo o compra de
materiales
7.- adapte las cargas a mis características
8.- no me vea como un número
9.- sea puntual y que se implique
10.-y por supuesto paciencia...
Y al “cliente” le diría que
en esto hay de todo, como en “botica” y que no se ponga en manos de cualquiera.
Que pida formación, experiencia y referencias. Que luego pasa lo que pasa. Es más, el consejo es el mismo si forma parte de algún grupo de ejercicio físico, sea el que sea. Hay que pedir un mínimo de calidad, y esta empieza por el profesional al que nos encomendamos.
Seguro que seguimos hablando de este asunto. Por cierto, prefiero utilizar "entrenador personal" frente a "trainer", seré un romántico.
Es opinión, espero vuestros
comentarios.
20 comentarios