CHIRINGUITOS DEPORTIVOS


Hay chiringuitos y chiringuitos...
Desde el voluntariado “extremo” hasta el “ultra-profesionalismo”. En este mundillo te encuentras de todo, es deporte. Y es normal, incluso bueno. Sin embargo el problema surge cuando el “sin ánimo de lucro” se convierte en un lobo con piel de cordero. Cuando algunos confunden (o no) las estructuras, los objetivos… en definitiva las cosas.

Diferenciar entre técnicos profesionales y no remunerados, entre clubes participantes, promotores u organizadores, entre actividades vinculadas al objeto social de una entidad o servicios profesionales. En definitiva entre la promoción del deporte y el fraude.


Algunos han visto en la estructura deportiva la forma de ganarse la vida bajo el amparo de algo noble y necesario como el deporte. Atención, que no digo que no se pueda ganar uno la vida dentro del mundo del deporte (¡faltaría más!) digo que hay que hacerlo conforme a titulaciones y estructuras pertinentes. Sigo explicándome.

Cada vez son más (aunque la crisis haya reducido el ritmo o incluso lo haya invertido) lo técnicos remunerados en el ámbito del deporte. Desde el deporte escolar hasta el alto rendimiento. En algunos casos no son profesionales aunque reciban una compensación (LEGAL) por su actividad. Cada vez son menos los entrenadores-monitores que reciben esa compensación en “b”. Pero creo que realmente no está ahí el problema (quizá hacienda no opine lo mismo). Tiempo al tiempo.

Por otro lado, no hay que olvidar que hay clubes que organizan pruebas o “instruyen” a jóvenes con un triple objetivo: Promocionar su deporte, dar actividades a sus “asociados” y generar recursos para compensar el déficit de otras actividades del club (por ejemplo viajes a competiciones). Chapó. Resumiendo que hay clubes con mucha actividad económica que redunda directamente en su objeto social, sin asuntos “turbios”.

Lo que personalmente me molesta son los jetas. Los que crean un club para dar servicios (¡y piden subvenciones!), los entrenadores no vinculados a clubes (pasa en deportes individuales) que engordan su cartera en “b”, los que esconden sus verdaderos objetivos en pro del deporte poniéndose la toga del “citius, altius, fortius”, en definitiva, los piratas que montan sus chiringuitos.

Clubes de montaña que únicamente organizan campamentos de verano, entrenadores que van de “personal trainer” sin titulación y utilizando instalaciones públicas (estos se llevan la palma), clubes que organizan pruebas, piden exenciones de precios públicos de instalaciones deportivas y el dinero termina en el bolsillo de los organizadores, webs de entrenamiento personal en las que no se habla de “iva” por ningún lado…

Señores piratas estudien, sáquense su título, paguen el valor de lo que usan y si les piden factura por sus servicios no se hagan los “longuis”. Por cierto, si no lo sabían, no se pueden llevar a su casa el dinero de su club.

¿Solución? No lo tengo claro, posiblemente un compendio de varias.

Es opinión, espero vuestros comentarios.

Foto: www.comunidades.diariodemallorca.es

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