La semana pasada queríamos
poner el acento sobre uno de los mayores problemas al que se enfrenta la
sociedad occidental y por lo tanto nuestro país, nuestra tierra, nuestro barrio
y nuestra casa… el sedentarismo. Y lo hacíamos desde un punto de vista irónico
por que…DE ALGO HAY QUE MORIR, ¿NO? En esta ocasión nos ponemos más serios, con
datos en la mano.
Según la Organización
Mundial de la Salud, en el 2015 (vamos, pasado mañana) la principal causa de
mortalidad serán patologías asociadas a los malos hábitos como el tabaco, la
alimentación inadecuada y la falta de actividad física. Esos malos hábitos nos
llevan a la hipertensión, hipercolesterolemia, hiperglucemia, EPOC, obesidad…Y
el gasto sanitario de esta realidad supondrá ¡¡¡El 80% del total!!
El problema está en que esta
realidad MATA despacito, sin darnos cuenta… no duele y la reacción, por parte
de todos, tarda en llegar.
¿Y
qué hacemos? Educación.
Donde las políticas públicas
deben poner el acento. Se ha avanzado mucho en los últimos 20 años pero más lo
están haciendo las patologías asociadas al sedentarismo.
Debemos conseguir adultos
formados, con criterio a la hora de decidir sobre qué ejercicio físico les
conviene, con conocimientos básicos para alimentarse adecuadamente, que sean
capaces de “autogestionarse” y que conozcan la oferta de profesionales y de
actividades organizadas de su entorno.
Al margen del número de
horas de Educación Física (ese es otro debate), hay que avanzar hacia una “Educación
Física Saludable” donde el peso en generar
hábito y los conocimientos básicos sobre QUÉ, CUÁNTO, CÓMO Y DÓNDE
practicar ejercicio supere otro tipo de objetivos.
Pero esta “cruzada” no solo
debe ser propia de la EF. La naturaleza de los hábitos saludables y la
organización de los contenidos tanto en primaria como en secundaria, permiten
que el “peso” pueda recaer sobre otras asignaturas.
Estamos muy preocupados por
la formación de nuestros hijos, sobre su futuro y para ello nos “desvivimos”
por que aprendan idiomas, música,… que no se nos olvide que los hijos de
sedentarios lo serán también (ya lo decían mis amigos de la Universidad de La
Rioja), que en el cole pasan el 17% de su tiempo. El otro 83% es
responsabilidad de sus progenitores, vamos, que no vale con llevarles a un buen
colegio (motivo también de reflexión). ¿Será tu hi@ un "sedentario al cuadrado"?
Estadísticamente su esperanza de vida ya es menor que la tuya.
¿Y
el deporte? ¡¡La herramienta perfecta!! Debemos entender
el deporte desde su más amplia acepción, dejar de hablar solo de rendimiento.
El deporte crea hábito. Da igual que deporte hayas practicado durante tu
infancia o juventud, haberlo hecho ya es una “vacuna” contra muchas
enfermedades.
Las leyes del deporte deben
incorporar el concepto de ejercicio físico (que no de actividad…), tienen que
dar salida a esa realidad que dicen que más del 70% de la población no practica
deporte de competición. Y las federaciones que tomen nota, que ahí está su
oportunidad de sobrevivir (esto también es motivo de reflexión).
Conclusión: Mucho por hacer.
Podemos desmenuzar los conceptos y propuestas que aparecen en este post y las
que podáis hacer. Yo voy tomando nota.
Es opinión, espero vuestros
comentarios.
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