Hace tiempo que venía
pensando en escribir algo como esto, sencillo, que posiblemente se pueda encontrar
algo similar por la red, pero en +rendimiento no podía faltar.
Este decálogo tiene dos autores,
el que escribe y mi amigo Vicente Elías, médico del deporte y romántico de la
cosa.
Espero que os sea de
utilidad. En los comentarios, si queréis, completamos el decálogo. Empezamos.
Respecto
al ejercicio físico…
1.- Realízalo al menos 3 días a la
semana. Piensa que tu cuerpo está “fabricado” para moverse, que menos que “darle
marcha” la mitad de los días de la semana… Caminar, correr, nadar, montar en
bicicleta… actividades todas ellas de base aeróbica (para mover y hacer eficaz
nuestro sistema cardiorrespiratorio, entre otras cosas) complementadas con un
trabajo de tonificación muscular, para evitar también los latosos dolores
musculares (lumbalgias, tortícolis..) y articulares.
2.- Abandona el coche, ¡¡camina!! Todo suma. 3 días de ejercicio más
todos los días 20 minutos andando… al menos mientras caminas no “involucionas” (y dependiendo de tu nivel puede incluso ser la actividad que necesitas).
3.- No uses el ascensor, cámbialo por las escaleras. Con el mismo
criterio que dejar el coche. Parece mentira, pero las escaleras mueven el
corazón más de lo que parece y te obliga a un trabajo de musculación que no la
hace el caminar. Y si las subes de dos en dos ¡¡Ni te cuerpo!!
Respecto
a la alimentación…
4.- Haz 5 comidas diarias. De esa manera “sobrecargas” menos el sistema
digestivo y se producen picos de glucosa más bajos. De esa manera se hace
trabajar menos al páncreas, aprovechamos mejor los nutrientes y “se engorda”
menos.
5.- Basa tu alimentación en la dieta mediterránea. Ya sabes de los que
hablamos. Se trata de una alimentación equilibrada y más que suficiente para
comer saludablemente.
6.- Hidrátate con frecuencia, hasta 2 litros de agua al día. Somos un
80% agua. Mantener nuestro “status quo” hídrico favorece las funciones de todos
nuestros órganos vitales, incluido el cerebro.
7.- Reduce la ingesta de sal. Retiene líquidos y aumenta tus niveles de
tensión arterial.
8.- Controla tu peso, sin obsesionarte. No sobrecargues las funciones
digestivas, cardiovasculares o de locomoción de tu cuerpo. Terminarás pagándolo.
Respecto
a malos hábitos..
9.- Limita la ingesta de alcohol al máximo. Una copita de vino o
cervecita en las comidas (y no en todas). Y
por supuesto no fumes ni te drogues
10.- Según vayas cumpliendo
años se acrecenta la posibilidad de que te conviertas en un enfermo crónico
debido a alguna de las patologías asociadas al sedentarismo: Hipertensión,
hipercolesterolemia, obesidad, hiperglucemia, dolores articulares... Si tu carga “genética”
respecto a esta patologías no es alta, es posible que puedas controlarte sin
ayuda de la medicación. ¿No crees que merece la pena?
Vivir más y mejor… algo que
siempre ha obsesionado al ser humano que lo tiene ahora más fácil que nunca y
sin embargo los niños que nacen ahora empiezan a tener menos esperanza de vida
que sus padres por primera vez en la historia… triste, triste, triste.
Si son ciertas las
estadísticas, en un futuro próximo, ¾ partes
de las consultas de atención primaria tendrán que ver con patologías asociadas
al sedentarismo. ¿Las bases de este decálogo (o similares) pueden hacer más
viable el servicio público de salud? Soy uno de los convencidos de que sí.
Hoy hay poca opinión. Espero
vuestros comentarios.
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