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Baloncesto en el recreo del cole de mis hijos |
Uno de los recuerdos más claros y felices de mi
infancia son los partidos, habitualmente de fútbol, que jugábamos en los
recreos. Estos días he evocado aquellos balones y compañeros gracias a la
redacción que, con el mismo título de este post, le han puesto como “deberes” a
mi hijo.
Pero lo que en aquellos tiempos era simplemente
juego espontaneo, se ha mostrado imprescindible, o eso me parece, por el valor
de la práctica y la confección social actual.
Me explico…
Sabemos de la innata
predisposición, necesidad, afición… del niño al juego. ¡Serían capaces de estar jugando todo el día! Y
por lo tanto, parece obvio que es el canal por excelencia para conseguir
objetivos, cuanto más los que tienen que ver con el movimiento.
Sabemos que el deporte es una
actividad integradora.
Todos somos iguales cuando empieza el “hecho deportivo”. Teniendo en cuenta que
la población inmigrante se ha convertido en un porcentaje importante de nuestra
población, el deporte es claramente una herramienta para su integración. Pero
la integración va más allá. Si todos somos diferentes, todos necesitamos
integrarnos. ¿Y dónde están esos niños y jóvenes? En el colegio ¿Y en qué
momento es más difícil y más efectiva la integración? Cuando la actividad
escolar es menos organizada…en el recreo.
Sabemos que el deporte es
ejercicio físico
(que nadie se me ponga purista) y que el ejercicio físico es salud (bien
practicado) y que nuestros niños, teniendo en cuenta nuestro estilo de vida “deben”
movimiento al cuerpo. Por lo tanto, sin entrar en la idoneidad del currículo,
del número de horas de educación física o de los contenidos de esta, es necesario
“mover” a los alumnos, sea de manera más organizada/formal, es decir, en
educación física o de manera menos formal, es decir… en el recreo.
Sabemos que el deporte fomenta el trabajo en equipo,
obliga al cumplimiento de normas… (yo que quería huir de los tan manidos “valores
del deporte”…). Por lo tanto, y por los motivos de siempre ¿Dónde es un buen
espacio y/o tiempo para desarrollar y promocionar dichos valores?... En el
recreo.
Y por terminar… después del “pupitre” ¿Qué necesita
el cuerpo? ¡Movimiento! Y además de en educación física ¿Dónde?... ¡¡En el
recreo!!
El recreo es por lo tanto un espacio no formal para
continuar con la educación de los niños y jóvenes con propuestas más o menos
cerradas o dirigidas. Pero como siempre, el adulto es necesario para actuar de instigador o coordinador y juez.
Así que, si eres padre o madre, pregunta a tu hijo
que hace en el recreo. Si no se mueve “pínchale” para que lo haga y si lo hace
anímale para que lo siga haciendo.
En la actualidad son muchos los profesores de
educación física que lo hacen, sin formar parte de sus labores profesionales, por convicción. Así que, como padre, gracias.
“Sin mesa, sueño y recreo no
hay cerebro”. Por si no lo
sabíais.
¿Desaparecerán los recreos en el futuro colegio para convertirse en algo "dirigido"? Tal vez.
Es opinión, espero vuestros comentarios.
Foto: http://educacionfisicamadrededios.blogspot.com.es/
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