LOS POBRECITOS PIES DEL CORREDOR

Fortaleciendo los peronéos reduces la supinación
Ayer tuve la ocasión de ver correr... Si, estuve presente en la meta de una carrera. Comerciantes, profesores, policías, concejales... padres, madres, hij@s.. ¡Incluso abuelas! Y al margen de alguna cara excesivamente colorada, me fijé en los pies. Si, en esos pobres pies a los que nadie presta atención y que sujetan todo nuestro cuerpo (en algunos casos sin “complemento de excesividad”). 
Y empece a pensar...

¿Realmente se es tan pronador-supinador-neutro durante la carrera como nos diagnostican en una consulta? ¿Únicamente se tienen que utilizar zapatillas a modo de ayuda “ortopédica” para compensar esa desviación en la pisada? ¿Corremos igual al inicio de una carrera que al final? ¿Es lo único que tenemos que tener en cuenta en relación a la pisada? ¿Podemos “fortalecer” nuestros pies para reducir esas desviaciones? ¿Qué nos ayuda más a no lesionarnos, usar una zapatilla que se amolde a nosotros o tener unos pies fuertes?

¿Muchas preguntas? Ahí van algunas respuestas.

Como ocurre habitualmente en el deporte una cosa es lo que parece y otra lo que realmente es. Una cosa es lo que ocurre “de parado” y otra lo que ocurre en movimiento.

Técnicos, gurús, biómecánicos, etc, etc se empeñan en enseñarnos que hay corredores pronadores, supinadores y neutros. Y no les falta razón. Y se hacen estudios biomecánicos (que se pagan, claro) y zapatillas fabricadas “ad hoc” para tales “taras”. Se tiende a objetivar lo que se puede mercantilizar.

También tendemos a iniciar la casa por el tejado y a irnos a lo fácil, que no siempre es lo mejor. Para los que somos de la “vieja guardia” antes está lo que somos capaces de hacer que lo que nos dan hecho. Por lo tanto mejor empezamos por proteger nuestros pies con entrenamiento específico para ellos que dejar en manos de una zapatilla la corrección de nuestra pisada.

Empezando por el final, si tienes unos pies fuertes:

- Reducirás tu condición de pronador o supinador
- Reducirás la probabilidad de lesionarte: fascitis, tendinitis aquilea, fractura por estrés del quinto meta... Son problemas habituales que están relacionados con una deficiente técnica de carrera, relacionados a su vez con una pisada biomecánicamente incorrecta (aunque gran parte de la "madre del cordero" de la técnica de carrera está en la cadera...).
- Mantendrás una técnica de carrera más eficiente, lo que te ayudará a aprovechar mejor la energía elástica y gratuita que genera tu pie. Por lo tanto correrás más y mejor.

El objetivo debe ser que el pie entre en el suelo de la manera más neutra posible, “por la derecha, por la izquierda, por delante y por detrás”: Ni pronador ni supinador, ni de “puntillas” ni de talón (¡De talón nunca!), ...y siempre a las 12 en punto, es decir con el pie perfectamente alineado con la dirección de carrera (y en esto último el problema viene de la cadera).

¿Y como se consigue tener unos pies fuertes? Pregúntaselo a tu entrenador. ¡Ah! Que no tienes... busca uno. ¡Ah! Que no sabe... Busca uno bueno. Y si no lo consigues, lo hablamos otro día.

¡Ah! Y las zapatillas de maratoniano para los “buenos”. Nosotros con una gran amortiguación, que el lunes hay que ir a trabajar.

Es opinión, espero vuestros comentarios.

PD: Después de leer este post, esto te puede ayudar a elegir zapatillas: http://www.runners.es/entrenamiento/articulo/aprende-elegir-tu-calzado




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