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CORTOPLACISMO |
Volvemos a la idea de “dafiquear”
el deporte. De oportunidades y
debilidades podemos hablar otro día. Hoy la reflexión se para en una gran
riqueza del deporte: su transversalidad.
El ser humano necesita
analizar para organizar su vida. La realidad es una, y los cristales con los
que se mira infinitos.
Para empezar, una
aclaración. El deporte no es deporte, es más que deporte. Este blog no es
producto de ninguna tesis doctoral, así que llamaremos deporte a “eso” que
practica mi abuela cuando va por el parque y a “eso” que sale en las secciones
de deporte de los medios de comunicación regionales (lo del Marca y compañía es
otra “cosa”). Sigamos.
El deporte es una herramienta muy completa para cumplir con muchos de
los objetivos de las políticas públicas,
políticas que, por cierto, deben estar orientadas al ciudadano (que nadie se
olvide, y sobre todo que no lo hagan los que tienen la obligación de tomar
decisiones).
En los años 60 se hablaba
del deporte como ocio. En los 70 como valores. En los 80 como educación. En los
90 como salud. En este siglo se empieza a hablar del deporte como algo
imprescindible. Pero aún se hace de “boquilla”. Tengo la sensación que ocurre
lo mismo que con el calentamiento global, hasta que no vivamos a 50 grados no
empezaremos (los seres humanos) a tomar decisiones de verdad.
Si la administración no
reacciona, viviremos, también en esto, a 50 grados. El deporte es educación, pero sigue sin tener un espacio importante
en el ámbito curricular (pobre educación física…). El deporte es salud, pero aún seguimos “embarrancados” en las
campañas. El deporte es ocio (mira,
ahí sí que estamos, como en los años 60…). Se habla mucho de las habilidades
(mal llamadas) blandas y no se me ocurre mejor ámbito que el deportivo para
desarrollarlas…. Con lo “baratito” que es…
En el mientras tanto,
seguimos engordando, subiendo nuestros niveles de triglicéridos o de “azúcar”
en sangre. Antes la gente se moría “de repente”, y no se sabía porqué. Lo
actual tiene más delito. Sabemos, y mucho.
La ciudadanía ya ha
demostrado que sabe lo importante que es el deporte, para todos. Para l@s hij@s
por una educación integral. Para los jóvenes por un ocio positivo. Para los
adultos que tienen que empezar a cuidarse. Para los mayores que quieren mejorar
su calidad de vida. ¿Y la toma de decisión?
La gran fortaleza del
deporte, su transversalidad, se convierte en una gran amenaza para la sociedad.
Podríamos decir que unos por otros la casa sin barrer.
Y para más inri, el deporte
trasferido a las CCAA y los problemas bien esparciditos por los diferentes
ministerios.
Mejor me callo.
Es opinión, espero vuestros
comentarios.
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