Ha sido muy grato ver esta
semana la cantidad de entradas al blog para leer la anterior actualización destinada
a los padres y madres preocupados por la educación deportiva de sus hij@s. Gracias. Y he pensado que lo mismo que ha interesado la iniciación de los hijos
podía interesar la práctica de sus progenitores, “cuarentones” ellos, o casi.
Según algunas federaciones
deportivas a partir de los 35 eres “veterano o máster”. Siempre me ha parecido
excesivo, entre otras cosas porque hay mucho campeón olímpico “veterano”. Pero
a partir de los 40… la cosa cambia, son contados los casos de personas, y
dependiendo de la naturaleza de las diferentes modalidades deportivas, que
rinden al máximo nivel. Es la naturaleza. El ser humano a partir de los 30
empieza a “empeorar sus prestaciones” en resistencia, fuerza, velocidad… en
líneas generales. Solo con el entrenamiento se puede minimizar ese descenso de
las “prestaciones”.
Por otro lado, cuando nos
acercamos a los 40 vamos siendo conscientes de que “la cosa” ya no es lo que
era. Y que es momento de “cuidarse”: comer saludablemente, no engordar, hacer
ejercicio físico… para retrasar el efecto del envejecimiento (si,
envejecimiento) y sentirnos mejor con nosotros mismos.
Pero a los 40 “la fauna “es
muy heterogénea. Hay personas que han practicado deporte de manera constante durante
toda su vida, algunos dejaron de practicar ahogados por la rutina, otros
encuentran en competiciones populares su “vena” más competitiva, y los menos ni
siquiera tienen chándal. Por lo tanto, la forma de encarar la práctica de
ejercicio físico o un deporte no puede hacerse de la misma manera en todos los
casos. Pero lo que si que es cierto es que, al margen de esas diferencias,
debemos buscar actividades que:
- Sean de carácter predominantemente aeróbico:
andar, correr, montar en bicicleta, nadar… es la manera de movilizar del
sistema cardiorrespiratorio de manera correcta. Como ya habrás oído, mover las
piernas es mover el corazón. Pero atención, con mesura tanto en intensidad como
en duración (volumen). Este tipo de práctica
es la indicada para reducir los índices de glucemia en sangre, tensión arterial, colesterol… Perfecto, matamos muchos pájaros de un tiro. Un consejo: antes
de iniciar la práctica, consulta a un profesional.
- Lo anterior no es suficiente, es necesario mantener
un nivel de tonificación muscular adecuado. La falta de tonificación (fuerza)
hace que las articulaciones sufran más y que tus evoluciones sean más lentas. Además,
la mayoría de las molestias musculares y articulares tienen que ver con un
deficiente desarrollo muscular fruto del sedentarismo. Tonificar no tiene
porque ser hacer “pesas”. Hay muchos métodos.
Después de “contextualizar”
la práctica que nos interesa, es conveniente empezar haciéndose una serie de
preguntas: ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Cuánto?... ¿Sólo? ¿Acompañado?
¿Práctica libre o dirigida?...
El QUÉ queda a tu criterio.
El CUANDO: busca espacio en
tu rutina y aplícate un poco de autodisciplina. Si no lo haces, le auguro un
futuro negro a tu práctica.
El DONDE dependerá mucho de
la práctica elegida, desde los espacios públicos que puedes usar en la práctica
libre hasta las instalaciones deportivas, públicas y privadas, para la
realización de actividades libres o dirigidas, individuales o grupales.
El COMO: Cuanto más novato
seas, mas acompañado y dirigido.
El CUANTO he aquí el quid de
la cuestión y donde tu experiencia anterior manda. Consulta a un profesional.
Quedan muchos temas en el
tintero, pero este es un post divulgativo. Insistiremos en este tema, si
interesa, de manera más concreta en función de esa heterogeneidad a la que me
he referido antes. Le dedicaremos unas líneas a "novatos", "jugadores" (fútbol sala, pádel, baloncesto...), "competidores populares", "solitarios",.... de semana en semana.
Es opinión, espero vuestros
comentarios.
Fotos: www.sigojoven.com y www.larioja.com
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