Último día de luz y sol del año. Antes de meternos en el túnel del invierno, escribo esta pequeña reflexión. Ójala, cuando veamos la luz al final, hayamos avanzado.
En primer lugar, ¿Qué es deporte?
Una pregunta baladí para el día a día y no tanto para su organización. Deporte
es ¿Andar por el parque?¿La final de la Champions? El concepto ejercicio físico
(ya no hace falta explicar la diferencia con actividad) y el de espectáculo
deportivo quizá sean los dos extremos de una misma realidad.
En el espectro deportivo hay
multitud de operadores que nos facilitan / proponen / venden su actividad /
producto. La pregunta es ¿Cómo avanzar en la organización y legislación de esta
realidad para que se aún más útil y necesaria?
Muchas investigaciones y la
desgraciada pandemia que estamos viviendo nos están educando. El deporte
siempre ha sido ocio, rendimiento, educación, salud, independientemente del
operador que nos lo suministrara o si su práctica estaba más cerca del
ejercicio o del rendimiento, o viceversa.
La trasversalidad del deporte se ha convertido en una amenaza. Quizá haya una parte de ese
espectro deportivo que sea problema y solución a la vez; uno de sus extremos,
el espectáculo deportivo. El espectáculo, reduciendo la realidad (no cabe toda
en folio y medio) genera riqueza que, afortunadamente, empieza a revertir, al
menos en la pirámide deportiva federada. Sin embargo, se basa en un actor que
no aparece en ninguna ley (bueno, solo en una), el espectador.
La sociedad es más espectadora
que practicante, porque el que practica también es espectador, pero no al
revés. Esto nos lleva a que, indirectamente, los mass media nos eduquen, a
todos, incluidos los políticos (sin perfil de gestión deportiva). Lo vemos todos
los días en redes sociales.
Esto irá cambiando. El deporte ya
se ha considerado como de interés general en nuestro país (en alguna ccaa, en
teoría, ya lo son las federaciones deportivas). La administración deberá seguir
por ese camino, cuando termine de ser consciente de que la viabilidad de
nuestro modelo de sociedad del bienestar pasa por el movimiento de las
personas. Nos morimos sentados y llenamos consultas y camas de hospitales.
El futuro de nuestro deporte, de
el de base, el de todos, pasa por su asociación a la salud. Como ya se está
diciendo, somos parte de la solución.
El COVID tiene que servir para
que el deporte sea considerado esencial, con matices. Que se reduzca el iva, también
con matices. Si se diera ese paso, nuestra sociedad sería más sostenible. ¡Sin
duda!
¡Me encanta el deporte de rendimiento! pero es para unos pocos... El deporte federado debe seguir buscando el rendimiento pero sus federaciones deben también adaptarse a la sociedad y ser más útiles aún. Las federaciones del futuro deben buscar otros caminos, y hacerse, también, esenciales.
El futuro estará lleno de oportunidades.
Como decía Churchill: “nunca se debe desaprovechar una buena crisis”.
Es opinión. Espero vuestros
comentarios.
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